Piedras de Géminis
Géminis es el más completo de los signos híbridos: bajo de su influencia nacen personas que saben equilibrar las contradicciones de la naturaleza humana. En ellos caben el amor y el odio, el desánimo y el entusiasmo, la calma y la pasión… El problema es que se trata de seres muy seguros de sí mismos, que rara vez parecen necesitar de alguien más, y que aún más raramente se dejan descubrir.
No se abren, no revelan sus misterios, ni siquiera sus sentimientos, y pasan por la vida de los demás como desconocidos que estuvieron de visita.
¿Qué piedras preciosas son las más adecuadas para el signo de los gemelos?
Perla, piedra de luna y peridot son las tres piedras preciosas que van a potenciar esa capacidad natural para el equilibrio de Géminis. En ellas se combinan las potestades de más de un elemento. En la perla, el agua y la Tierra; en la piedra de luna, el Fuego y el Aire; en el peridot se conjuga las bondades del oro y de la esmeralda…
Estas piedras, como ocurre con los nacidos bajo el signo del gemelo, son una muestra de cómo los opuestos se complementan y crean nuevas fortalezas… y en algunos casos algunas debilidades nuevas. De usarlas como gemas o de tenerla en su hogar, el gemíniano encontrará que se verá inmerso en un bienestar, en un aura protectora, que le permitirá vivir con intensidad y desarrollarse.
Perla. Una gema que es pura vida: creada en las entrañas de una criatura que limpia y purifica as aguas con paciencia y esmero. Una tarea que todo Géminis debe abordar para sí, pues se trata de personas que pueden establecer los equilibrios rotos a dondequiera que vayan.
En la sola vista de la perla, de su suntuoso cuerpo, los gemínianos van a encontrar algo que les falta en demasía: la capacidad de tomar decisiones. La creencia de que se bastan a sí mismos, sin ayuda de ndie, es algo que orilla a los nativos de este signo a inmovilizarse, a no comprometerse ni con las relaciones con la vida. La perla les ayudará a dar esos paso decisivos que son menester para ser felices.
Piedra de Luna. Esta roca, muy parecida a la perla, se crea en la falda de los volcanes (su hogar natural es el Vesubio), y reúne en sí las potestades del Aire y del Fuego. El resultado es un cristal que afina la percepción y potencia la intuición, uno de los dones naturales de los Géminis, y que los nativos de este signo deben explotar en la toma de decisiones.
Peridot. Esta bella piedra combina el color del oro con la luminiscencia de la esmeralda, y es un recordatorio de la forma en que los muchos rostros que subyacen en Géminis pueden crear algo nuevo y hermoso: una persona con habilidades desconocidas y sanadoras. Si la portas, no desperdiciarás tus insólitos talentos nunca.